martes, 15 de noviembre de 2011

Gema Cano Borrell

BIBLIOGRAFIA: Ignacio Alberola, Juan Moya. Epidemiología del SIDA. En: Ignacio Alberola, Juan Moya. El Sida: Medicina y Ética. 1ºed. Madrid. Libros MC;1991. 29-48.
Desde mi punto de vista me ha parecido interesante recurrir a la epidemiologia para saber como y en qué medida afecta a la población el SIDA.

EPIDEMIOLOGÍA DEL SIDA

Vías de contagio y difusión
Ya conocemos cuáles son las vías de contagio y difusión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH): el semen y la sangre y su transmisión, por tanto, en las relaciones sexuales y en jeringuillas de drogadictos portadores del VIH, además de otros posibles contactos con sangre en operaciones quirúrgicas, odontológicas, etc. y un tercer y cuarto grupo de transmisión lo constituyen, las transfusiones sanguíneas y hemoderivados. Los hemofílicos necesitan un concentrado hemático o hemoderivado que lleva el componente que necesitan para la coagulación de la sangre. Si ese hemoderivado se prepara a partir de donantes de sangre infectados por VIH, se transmitirá la enfermedad a muchos hemofílicos. Una vez conocido el VIH y las vías de contagio, es mas improbable que suceda, por las medidas tomadas para la elaboración de estos hemoderivados, que obligan a revisar bien la sangre de todos los donantes. En USA los hemofílicos son el 1% de todos los casos de SIDA y los receptores de transfusión un 2% del total. Estos porcentajes aumentan en los países donde la estructura sanitaria es más deficiente.
Lo habitual es que los individuos infectados se encuentren entre los veinte y cuarenta y cinco años, es decir, entre las edades sexualmente activas, que son además (especialmente entre los veinte y los treinta) las más altas en el consumo de droga. Y como veremos más adelante, en los lugares donde el contagio principal es la droga y la homosexualidad, la proporción de varones infectados es superior a la de mujeres. Donde la causa principal sean los contactos heterosexuales, tendera a igualarse el número de enfermos de uno y otro sexo.
No existe ninguna prueba de que la transmisión ocurra de modo casual. Esto es muy importante tenerlo en cuenta para saber que en realidad el virus es menos contagioso de lo que puede pensarse, ya que para infectarse hay que haber tenido una relación intima con sangre o semen infectados. Es importante resaltar que no se conocen pruebas de transmisión ocasional entre personas de una misma escuela o local de trabajo, o entre los que conviven en una misma familia.

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