EL PACIENTE TERMINAL Y CUIDADOS PALIATIVOS
BIBLIOGRAFIA
- ü FB Mengual, JT Pérez, GM Sesé, MF Pérez, RB Cardona. Guía de actuación clínica en Atención Primaria. URL disponible en: http://www.san.gva.es/docs/dac/guiasap027terminal.pdf
- ü Guía de práctica clínica sobre cuidados paliativos; Vitoria-Gasteiz: 2008. URL disponible en: http://www9.euskadi.net/sanidad/osteba/datos/e_06_08_Cuidados_Paliat.pdf
- ü MO’R Amenta, JA Bennett, SL Blake, J Brimigion, SD Cohn, MO’K Diran, et al. Paciente terminal y muerte. Barcelona: Doyma; 1987
El concepto de paciente terminal surge de la atención a personas con cáncer en fase avanzada y posteriormente se extendió a otras enfermedades que comparten algunas características similares. Es un término que hace referencia a una situación del paciente más que a una patología.
La enfermedad en fase terminal es aquella que no tiene tratamiento específico curativo o con capacidad para retrasar la evolución, y que por ello conlleva a la muerte en un tiempo variable (generalmente inferior a seis meses); es progresiva; provoca síntomas intensos, multifactoriales, cambiantes y conlleva un gran sufrimiento (físico, psicológico) en la familia y el paciente. En las situaciones terminales el objetivo de la atención médica no es “el curar” sino el de “cuidar” al paciente, a pesar de la persistencia y progresión irreversible de la enfermedad. Se trata de proporcionar la máxima calidad de vida hasta que acontezca la muerte. Con esta finalidad surgió una nueva forma de atención médica integral que se denominó cuidados paliativos.
En 1990 la OMS asume la denominación general de cuidados paliativos como ”el cuidado activo y total de las enfermedades que no tienen respuesta al tratamiento curativo, con el objeto de conseguir la mejor calidad de vida posible controlando los síntomas físico-psíquicos y las necesidades espirituales y sociales de los pacientes”.
Aunque inicialmente los cuidados paliativos se desarrollaron para asistir a los pacientes con enfermedades terminales neoplásicas existen numerosos enfermos con patologías crónicas no cancerosas en situación avanzada que pueden beneficiarse de la aplicación de cuidados paliativos. Aunque las características y terapias específicas varían en cada una de estas enfermedades, los objetivos generales del tratamiento son comunes. Para considerar a una enfermedad como terminal hay que basarse en unos parámetros objetivos y en la propia situación del enfermo (nivel de autonomía, síntomas, capacidad de relación) más que en la posibilidad de fallecimiento a corto plazo.
Los cuidados paliativos proporcionan las siguientes características:
• Proporcionan el alivio del dolor y de otros síntomas que producen sufrimiento.
• Promocionan la vida y consideran la muerte como un proceso natural.
• No se proponen acelerar el proceso de morir ni retrasarlo.
• Integran los aspectos psicosociales y espirituales en los cuidados del paciente.
• Tienen en cuenta el soporte y los recursos necesarios para ayudar a los pacientes a vivir de la manera más activa posible hasta su muerte.
• Ofrecen apoyo a los familiares y a los allegados durante la enfermedad y el duelo.
• Mejoran la calidad de vida del paciente.
• Se aplican desde las fases tempranas de la enfermedad junto con otras terapias dirigidas a prolongar la vida (como la quimioterapia, radioterapia, etc.).
• Incluyen también las investigaciones necesarias para comprender mejor y manejar situaciones clínicas complejas.
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