sábado, 12 de noviembre de 2011

María José Fernández Lozoya

BIBLIOGRAFÍA
v  Feldman et al. Enfermedades gastrointestinales y hepáticas. 6ª edición. Editorial Panamericana. 2000;1401-1427
v  Elizalde A, Zozaya JM. Tratamiento de la ascitis en pacientes cirróticos. Anales del Sistema Sanitario de Navarra 2001;24(3): 327-338


ASCITIS
La ascitis es la acumulación de líquido en la cavidad peritoneal como consecuencia del aumento de la reabsorción tubular de sodio y agua y la incapacidad renal de excretar agua libre.
Podemos diferenciar dos tipos de ascitis:
·         Ascitis no complicada: es la ascitis que no está infectada y que no se asocia con el síndrome hepatorrenal. Se pueden distinguir tres grados de ascitis no complicada:
o Grado 1: es una ascitis discreta que solo se puede detectar mediante ultrasonido.
o Grado 2 o ascitis moderada: se manifiesta por una distensión abdominal moderada  y  simétrica.
o Grado 3: es una ascitis severa con distensión abdominal marcada.
·         Ascitis refractaria: es una ascitis que no puede ser movilizada o que recurre precozmente porque no puede ser prevenida satisfactoriamente con tratamiento.

Epidemiología - Etiología:
   Del 80 al 85 % de los casos de ascitis se producen como consecuencia de una cirrosis hepática aunque también existen otras causas como neoplasias, insuficiencia cardiaca y tuberculosis.
Fisiopatología:
   La incapacidad del hígado para metabolizar la aldosterona aumenta la retención de sodio y agua por el riñón. Esta retención de sodio y agua, así como el incremento del volumen del líquido intravascular y la disminución en la síntesis de albúmina por el hígado dañado son factores que contribuyen al desplazamiento del líquido del sistema vascular al espacio peritoneal. La pérdida de líquido hacia el espacio peritoneal da lugar a una mayor retención de  sodio y agua en el riñón en un esfuerzo por mantener el volumen de líquido vascular.
Manifestaciones clínicas:
o   Cantidades pequeñas de ascitis pueden ser asintomáticas 
o   Distensión abdominal.
o   Reflujo gastroesofágico.
o   Disnea.
o   Aparición de estrías y venas distendidas en la pared abdominal.
o   Desequilibrios hidroelectrolíticos
o   Cuando el paciente se coloca en posición decúbito supino, los costados del abdomen sobresalen.

Tratamiento:
o   Modificaciones en la dieta
o   Uso de diuréticos
o   Reposo en cama
o    Paracentesis
o    Trasplante hepático

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