CURA DE HERIDA SECA
El objetivo de esta práctica es aprender a realizar una cura seca, sobre heridas abiertas o ya cerradas del paciente.
Medidas generales
· Durante todo el proceso se deben mantener medidas de asepsia
Gran número de infecciones se transmiten a través de las manos y el material utilizado
en la cura por lo que es necesario el lavado de manos con antiséptico antes y después de la cura y el
uso de material limpio (esparadrapo, malla, tijeras, guantes desechables) y estéril
(pinzas, tijeras, apósitos, gasas, guantes) según necesidades.
Los elementos “sucios” deben retirarse lo antes posible en el recipiente adecuado.
• Se debe valorar la necesidad de utilizar batas desechables, mascarillas (e incluso
gorro) en determinadas lesiones: superficie extensa, lesión contaminada, etc.
• Se retirará el apósito con guantes desechables. Si está adherido a la lesión, se
humedecerá hasta resolver el problema. Tener presente que, el apósito que se adhiere
es traumático y por lo tanto no es adecuado.
• Se continuará el resto del procedimiento con guantes estériles.
• Se informará al paciente de la técnica a realizar y se le colocará en la posición más
cómoda y que nos permita mejor accesibilidad a la lesión.
Una vez realizadas las precauciones universales, nos hacemos con una superficie auxiliar donde instalar un campo estéril para colocar el material quirúrgico. Para ello, extendemos encima de la mesa auxiliar un paño estéril, sobre el cual podemos depositar los instrumentos estériles necesarios para la cura. Éstos son los siguientes: Gasas estériles, guantes estériles, vendas o apósitos, jeringa, agujas, tijeras de Mayo, pinzas de Kocher y/o de Pean, pinza de Adson con dientes o de disección. Fuera del campo quirúrgico, colocaremos los materiales no estériles: suero fisiológico, povidona yodada, esparadrapo y contenedor amarillo de desechos biológicos.
Como siguiente paso, retiramos el apósito de la herida del paciente. Después hacemos
una torunda con una gasa y con una pinza de Kocher y ayudándonos con una pinza de Adson con dientes; una vez realizada la torunda, la impregnamos de suero fisiológico y procedemos a la limpieza de la herida, de forma circular de adentro hacia afuera para evitar introducir nuevos gérmenes que la puedan infectar (utilizando tantas torundas como sean necesarias cada vez que se repita el proceso); si la herida es profunda la cura se realizará de forma vertical de arriba abajo procurando no realizar un daño mayor y administrando el suero desde dentro de la herida hacia fuera (mediante la ayuda de la jeringa) para sacar al exterior cualquier tipo de cuerpo extraño. Una vez limpia la herida se procede a su secado con una nueva torunda.
Posteriormente, realizamos la aseptización de la herida utilizando una nueva torunda impregnada de povidona yodada en movimientos circulares de adentro hacia afuera.
Para finalizar la cura, ponemos una gasa sujeta con esparadrapo sobre la herida o un nuevo apósito. Tenemos que tener en cuenta que, si colocamos la gasa sobre la herida y la fijamos con esparadrapo, éste no puede tocar la herida y debe transpirar adecuadamente a través de la gasa.
Una vez desechados todos los materiales y esterilizado de nuevo los instrumentos reutilizables, retirado nuestro atuendo y realizado el lavado de manos, pasamos a registrar nuestro trabajo.
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